Descripción
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Por la mañana te faltan las fuerzas y las ganas para levantarte y empezar la jornada. Te sientes sin fuerzas y sin energía.
Te invade una pereza inmensa para ir al trabajo, a la universidad, salir a la calle… Te limitas a sobrevivir, a ir tirando, como se suele decir. También te sientes sobrepasado por el trabajo, por la vida…
Y muchas veces te preguntas: ¿qué me ocurre? ¿Por qué me siento sin energía y sin fuerzas?
Realmente es algo extraño: comes bien, duermes bien, no tienes problemas familiares. Entonces ¿por qué esa falta de energía y de vitalidad? ¿Por qué esa desagradable sensación de estar sobrepasado?
Lo que te pasa recibe muchos nombres: depresión leve, estrés laboral, burnout. Pero la respuesta es más sencilla de lo que crees: estás viviendo desconectado de tu energía. Tu energía está ahí, pero tú te has separado de ella.
Esta desconexión ocurre cuando te dedicas a una actividad que no te gusta ni te llena. También cuando tienes un problema familiar serio. Y también cuando te relacionas con algunas personas: sí, hay personas que te roban tu energía. Todos nos hemos encontrado con algún “vampiro energético”.
En estas situaciones, el cuerpo te envía una señal, igual que cuando tienes hambre o sueño.
Esa señal es la falta de fuerzas que estás notando.
Pero no tienes por qué seguir así.
El poder de tu energía te muestra el camino para reconectar con tu energía y recuperar la vitalidad y la plenitud.
Es un camino de conocimiento de ti mismo y de tu verdadera naturaleza.
El conocimiento de que cada uno de nosotros es una combinación única de energías.
El conocimiento de por qué hay personas que al entrar en una habitación la llenan de energía positiva con su aura.
El conocimiento de dónde se localizan esas energías: los chakras.
El conocimiento de lo que tus energías hacen por ti.
El conocimiento de cómo debes cuidarlas para no desconectarte de ellas y evitar la depresión, el estrés o la ansiedad.
No te estoy hablando de una teoría.
Piensa un momento.
Seguro que has conocido a alguien que curaba con las manos, imponiéndolas sobre alguien.
Sí, tenían un don. Pero ese don también se puede estudiar y aprender.
Bien, pues yo soy una de esas personas. Desde muy joven empecé a estudiar cómo funciona el cuerpo físico y su relación con las demás partes energéticas que nos conforman.
Te lo diré de otra manera: he estudiado en profundidad ese don con el que te has encontrado alguna vez.
Gracias a eso, descubrí cómo se puede acceder al interior de la energía de una persona y sanarla.
No solo eso. Tengo el privilegio de ayudar con mi conocimiento a otras personas. Lo hago a diario. De hecho, llevo muchos años ganándome la vida con esto.
Pero no era suficiente para mí. Por eso he querido condensar en El poder de tu energía una parte de todo lo que he aprendido y aplicado a lo largo de mi experiencia vital.
No te estoy hablando de una religión, ni siquiera de una forma de espiritualidad.
Te estoy hablando de conocer tus energías y de cuidarlas. Piensa en la importancia de conocer tu cuerpo y cómo cuidarlo. Es una cuestión de la que depende tu salud y tu bienestar.
Con tus energías pasa lo mismo. También son vitales para gozar de buena salud, bienestar y felicidad, pero con una diferencia: no sabes nada de ellas ni de cómo cuidarlas. Ahora estás a un paso de aprender. De ti depende.









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